El verano tiene sabores que se quedan grabados en la memoria: el tomate recién cogido, el melón frío después de la playa... y cómo no, el sonido chispeante del aceite caliente friendo unos buenos boquerones.
Hoy te propongo una de esas recetas que saben a vacaciones, sombrilla y paseo por el puerto: boquerones fritos marinados con limón.
Esta tapa tradicional del sur es mucho más que un aperitivo. Es una forma deliciosa de aprovechar uno de los pescados más humildes y sanos del Mediterráneo. El boquerón, pequeño, azul y lleno de sabor, es rico en ácidos grasos omega-3 y tiene su mejor temporada entre abril y junio, aunque fuera de esos meses aún se encuentra fresco en muchas pescaderías.
Marinados con limón, estos boquerones se llenan de frescura y acidez, y al freírlos, la harina de garbanzo les da una textura crujiente por fuera que contrasta con su interior jugoso. Lo mejor: no llevan gluten y son facilísimos de hacer en casa, especialmente si ya te los limpian en la pescadería (¡pide que te los abran en libro!).
En Andalucía son parte imprescindible de cualquier tapeo veraniego, y si los pruebas en casa, entenderás por qué. Son perfectos para compartir, acompañados de una cerveza bien fría, unas aceitunas y ese sol que entra por la ventana a media tarde.
Una receta sencilla, rápida y con ese toque ácido del limón que la convierte en un clásico veraniego irresistible. Perfecta para compartir en casa... o para cerrar los ojos y volver, aunque sea un ratito, al chiringuito.
Si los boquerones son pequeños, pueden comerse con espina sin problema, aunque si hay niños en casa, es recomendable retirarla para que les resulte más fácil y apetecible. La harina de garbanzo les da un rebozado ligero, crujiente y lleno de sabor, además de ser una excelente opción sin gluten. Para disfrutar esta tapa como se merece, sírvela con una cerveza bien fría o una copa de vino blanco fresquito, y deja que el verano se cuele en tu mesa.
Y si te apetece montar una mesa de tapeo completa, puedes acompañarlos con unos clásicos Soldaditos de Pavía —bacalao rebozado y frito, con un toque tradicional irresistible— o con una versión muy personal de la ensaladilla murciana marinera: cremosa, con atún, huevo y rosquillas crujientes coronadas con anchoa. El plan perfecto para un verano sin moverse de casa.
Cómo hacer boquerones fritos marinado con limón. Sigue paso a paso la receta, crujientes por fuera, jugosos por dentro y además sin gluten.
Retira la cabeza, las tripas y la espina central. Si prefieres que queden unidos, conserva la cola.
Colócalos en un bol con agua muy fría (mejor si es con hielo) mientras los limpias todos.
Una vez limpios, escúrrelos y ponlos en un bol con sal, el zumo de un limón y un poco de agua. Tapa y deja en la nevera durante 1 hora y media.
Sácalos del marinado, sécalos bien con papel de cocina, añade un poco de sal y pásalos por harina de garbanzo. Sacude el exceso.
Calienta abundante aceite en un cazo o sartén alta. Cuando esté bien caliente (sin que llegue a humear), fríe los boquerones en tandas de 2 minutos. Quedarán dorados, crujientes por fuera y tiernos por dentro.
Colócalos en papel absorbente y sírvelos recién hechos, solos o con unas rodajas de limón.