Fácil, refrescante y sin horno
¿Buscas una receta de pastel frío de limón fácil, rápida y sin horno? Has llegado al lugar perfecto. Este postre casero es una auténtica delicia veraniega: refrescante, ligero, cremoso y con ese inconfundible sabor cítrico que tanto apetece cuando suben las temperaturas. Ideal para cualquier ocasión: comidas familiares, celebraciones, barbacoas o simplemente para darte un capricho dulce sin complicaciones.
Lo mejor de todo es que este pastel no necesita horno. En solo unos minutos y con ingredientes sencillos que seguro ya tienes en casa podrás preparar un postre que encanta a grandes y pequeños.
El limón es, sin duda, el ingrediente estrella del verano. Su aroma fresco y su sabor ácido equilibran a la perfección la cremosidad del relleno. Este pastel frío es una opción ideal para cerrar una comida copiosa o como merienda refrescante en los días calurosos. No solo es fácil de preparar, sino que también puedes hacerlo con antelación y dejarlo reposar en la nevera —¡incluso de un día para otro!— para que gane aún más sabor y consistencia.
Un postre con sabor a verano
Esta receta me recuerda a las reuniones familiares en verano, con la mesa llena de platos frescos y risas al fondo.
Un domingo hace años mi tía llevó este pastel a una comida y todos quedamos fascinados. Desde entonces, lo preparo cada verano y siempre es un éxito asegurado.
Otra ventaja es su versatilidad: puedes añadirle ralladura de limón para un extra de aroma, decorarlo con rodajas finas o incluso con merengue si te apetece una versión más sofisticada. Pero incluso en su forma más sencilla, este pastel frío de limón es puro verano en cada bocado.
¿Listo para descubrir cómo hacer este pastel frío de limón sin horno paso a paso? Más abajo tienes la receta completa, con tiempos, cantidades y trucos para que te quede perfecta a la primera.
Pastel frío de limón
Cómo preparar Pastel frío de limón. Sigue paso a paso la receta y disfruta de este postre veraniego.
Ingredientes
Elaboración
Base de galletas
Tritura las galletas y la mantequilla en el robot de cocina durante 10 segundos a velocidad turbo.
Coloca la mezcla en un molde desmontable, presionando bien con una cuchara para formar la base.
Refrigera durante al menos 30 minutos mientras preparas el relleno.
Relleno de limón
Lava y seca bien el vaso del robot. Añade el queso crema, la nata y el azúcar. Mezcla durante 1 minuto a velocidad 4.
Exprime los 2 limones, añade las 2 cucharadas de agua y caliéntalo ligeramente (puede ser en un cazo o en el microondas).
Disuelve la gelatina en el zumo caliente, removiendo bien hasta que no queden grumos.
Poco a poco, añade esta mezcla de gelatina al bol con la mezcla de queso y nata, integrando suavemente. Vierte todo sobre la base de galletas ya fría.
Refrigera durante al menos 5 horas, aunque es mejor dejarlo toda la noche para que tome más cuerpo.
Cobertura de limón
Hidrata la hoja de gelatina en agua fría durante 5 minutos. Calienta el zumo de 1 limón con 1 cucharadita de azúcar.
Escurre la hoja de gelatina y disuélvela en el zumo caliente. Deja que se temple un poco y, con cuidado, vierte sobre la tarta ya cuajada.
Refrigera de nuevo hasta que la cobertura esté firme.
