Ya sea en una terraza junto al mar, en una cena informal con amigos o como parte de un menú especial, los mariscos son ese tipo de delicias que invitan a disfrutar sin prisas. Sabores a medio camino entre lo dulce y lo salino, distintas elaboraciones… Cada matiz hace que elegir el vino blanco para mariscos adecuado pueda parecer un auténtico reto.
Sin embargo, teniendo claros algunos criterios básicos, la elección se vuelve mucho más sencilla y, sobre todo, placentera. El maridaje ideal no solo realza los sabores del plato, sino que también transforma toda la experiencia en la mesa. ¿Listo para descubrir cómo elegir el mejor vino blanco para acompañar mariscos y entender lo que cada combinación puede aportar? ¡Sigue leyendo!
No todos los mariscos piden lo mismo
Cuando hablamos de mariscos, no hay recetas universales. Unas almejas al vapor no tienen nada que ver con una zarzuela de marisco o unas cigalas a la plancha. Por eso, el primer paso para acertar con el vino blanco para mariscos es tener en cuenta qué tipo de elaboración tienes en mente. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí van algunas claves:
- Mariscos cocidos o al vapor. Al tratarse de cocciones suaves, lo ideal es elegir un vino que no opaque su sabor natural. Variedades frescas y ligeras como el albariño, el godello o un verdejo joven funcionan muy bien.
- Preparaciones a la plancha o al horno. Aquí la complejidad va en aumento y por eso puedes optar por un vino blanco con algo más de cuerpo, como un chardonnay sin madera o un sauvignon blanc con notas cítricas y herbáceas.
- Guisos o arroces marineros. Platos como una fideuá o un arroz con bogavante piden vinos con estructura y cierta untuosidad. Un albariño con crianza sobre lías, un viognier o incluso un coupage de variedades blancas mediterráneas pueden ser buenas opciones.

Vinos para pescado y marisco: por dónde empezar
Si hay una variedad que parece pensada para el maridaje con mariscos, esa es el albariño. Originario de las Rías Baixas gallegas, este vino ofrece acidez, aromas cítricos, notas salinas y una ligereza que acompaña perfectamente el sabor del mar. ¿Este verano no renuncias a unas navajas? ¿O tal vez lo tuyo son las almejas? ¿Quizás una lubina a la sal? Cualquiera de estas recetas encontrará en los vinos albariño un maridaje que aporta frescura sin robar protagonismo al plato.
No obstante -y aunque el albariño es una apuesta segura-, el mundo del vino blanco para acompañar mariscos es amplio y está lleno de matices. Un godello, como el Attis Sangarida Godello, por ejemplo, con buena acidez y cuerpo, es ideal para mariscos más grasos o preparaciones al horno. El verdejo, uno de los vinos blancos más populares, también es excelente con mariscos fríos, carpaccios o ceviches, sobre todo, en su versión más fresca como puede ser un Ederra Verdejo. El Chardonnay (sin paso por madera), por su parte, acompaña bien platos cremosos o mariscos con salsas suaves; mientras que el Sauvignon blanc, con sus notas herbales y su vivacidad, es ideal para mariscos con toques cítricos o especiados.
Si no sabes por dónde empezar, recuerda que la clave para elegir los mejores vinos para pescado y marisco está en observar el tipo de marisco o pescado en cuestión, la forma en que se cocina y el estilo del plato. A partir de ahí, el mundo del vino blanco ofrece muchas posibilidades para sacarl el máximo partido al maridaje.
Muy importante conocer los mejores maridajes para nuestros platos
muy buenas propuestas para armonizar con marisco. gracias ☺️