Dos hermanas y unas gachas en Cuenca

Hay días en los que es mejor observar, tomar nota y sobre todo comer…El fin de semana pasado estuvimos en Cuenca, viaje que solemos hacer muy a menudo y que aprovechamos para ir a los restaurantes de la ciudad (por allí se come muy muy bien) mientras los niños disfrutan de los muchos achuchones que les da su tía.
Esta vez tocaba ir al pueblo, salir a buscar níscalos y desconectar de la rutina.
Esta es la receta de las gachas de la mediación, dos hermanas y dos formas de preparar una misma receta. Imprescindible una sartén de hierro resistente y un buen fuego.

Su revestimiento es antiadherente y el mango de acero de la tira está firmemente clavado.
Más harina, no no, eso es mucho yo le pongo menos, más hígado, pues a mí me gusta con menos que no se note tanto el sabor, los ajos, yo los frío antes, pues yo después…
Claro está que si queríamos comer a una hora prudencial se tenían que poner de acuerdo, pero enseguida se notó que forman un buen equipo en la cocina, y gracias al intercambio de truquillos salieron unas gachas impresionantes.
Yo que solo me había acercado a unas gachas para mojar pan, estuve en todo momento tomando nota, así para la próxima vez tendrán la receta perfecta de las “gachas de mediación”.
Por si no fuese suficiente comida, nos quedábamos con hambre, o de repente en vez de seis terminábamos siendo ocho… hicimos un Forro asado lentamente, crujiente y super rico.
Dos hermanas y unas gachas en Cuenca
Cómo preparar Gachas. Sigue paso a paso la receta, para días de lluvia, días de frío o días en los que te apetezca mojar pan.

Ingredientes
Instrucciones
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Cocemos el hígado en una olla con agua y sal durante 40 minutos. Cuando esté colamos el agua y la reservamos. El hígado lo machacamos con un poco de sal en el mortero.
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En una sartén ponemos a freír la papada o la panceta con un poco de aceite, transcurridos unos diez minutos añadimos la magra. Cuando esté todo bien hecho lo retiramos del fuego.
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En ese mismo aceite freímos los ajos y los reservamos.
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Si hubiese mucho aceite se quita un poco, pero se reserva por si luego hubiese que añadirle.
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Es la hora de poner a tostar la harina junto con las especias con cuidado de que no se queme.
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Añadimos el hígado machacado y el caldo de cocerlo, los ajos y un poco de sal. Iremos moviendo y al probar añadiremos si hace falta, agua, sal, especias o aceite. Estarán en unos diez minutos.
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La siguiente indicación es literal:
Que no queden ni duras, ni blandas. Estarán cuando den el aceite, y mejor si se agarran un poco pero que no se lleguen a pegar.
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Comer en la sartén con mucho pan y acompañado de las “tajás”.